Mucho se habla hoy de RSE, pero diseñar y poner en marcha acciones concretas es lo más complejo. El proyecto de Formación del Grupo CEM, gestionado por el ITEC como Institución de Formación profesional Certificada por el Ministerio de Trabajo es un claro ejemplo de ello. En él se combinaron, de manera articulada y planificada, actividades de formación y perfeccionamiento del personal de las empresas del grupo empresarial así como también de personas de la comunidad en situación de desempleo que pudieran insertarse en el sector. Se sumaron inversiones y capacitaciones que busquen el mejoramiento de las condiciones de seguridad e higiene de sus empleados.
Cabe aclarar que el proyecto se financió a través de la línea de Crédito para la Formación Profesional del Ministerio de Trabajo de la Nación, herramienta que permite recuperar las inversiones realizadas a través de un bono de crédito fiscal que se descuenta del pago de impuestos nacionales.
Entre las acciones destinadas a fomentar el desarrollo humano y profesional de la comunidad laboral de las empresas, se llevaron adelante cursos destinados a nivel operativo y de supervisión de Buenas prácticas de Manipulación de alimentos, Desarrollo de relaciones interpersonales y de conducción y Manejo de herramientas informáticas aplicadas a la gestión. Para niveles intermedios y superiores se realizaron cursos de Formación de Formadores o Instructores internos y de Técnicas de ventas.
Por otro lado, con el objetivo de destinar tiempo, talento y recursos empresariales que estén disponibles a favor de grupos y las comunidades en las que operan las empresas (Esperanza y Santa Fe, particularmente) y de las causas sociales que ha decidido apoyar (la mejora de la empleabilidad de las personas en situación de desempleo), se realizaron cursos orientados a la formación de operarios que sean capaces de manipular alimentos aplicando normas higiénico-sanitarias vigentes para garantizar la calidad del producto alimenticio ofrecido al cliente
A las necesidades de formación propias del sector y de las empresas, relacionadas con la Manipulación de los alimentos, se advierte la importancia de fortalecer a través de este proyecto, las competencias básicas que también son claves para obtener una formación profesional basada en la práctica reflexiva.
Es por ello que el proyecto también tuvo como objetivo, además, fortalecer las capacidades de comunicación de los jóvenes y adultos a partir de actividades que, contextualizados a su práctica profesional, contribuyan a ejercitar, desarrollar y poner a punto estas competencias.
Para el personal de la empresa, se profundizaron los conceptos de comunicación, relaciones interpersonales y trabajo en equipo, mientras que para los grupos formados por jóvenes y adultos que se encuentran desempleados, se brindaron además de estos conceptos un módulo relacionado con empleabilidad, con el objeto de brindar herramientas necesarias que los oriente en el proceso de búsqueda laboral.
La formación profesional planteada a través del enfoque de competencias, busca asegurar la enseñanza de contenidos actualizados acordes a las necesidades del sector alimenticio, lo cual es un compromiso tanto de la empresa, como del docente (en particular para este proyecto también se contempla personal de líneas superiores de la empresa, que asumen el rol de instructor interno y a potenciales empleados), como así también del ITEC como institución de formación.
Todas estas actividades se realizaron en las instalaciones del ITEC, que cuenta con los espacios adecuados para el desarrollo de actividades grupales, inclusive salas de informática. A su vez, la empresa cedió equipamiento, un cañón proyector, para continuar siendo utilizado en capacitaciones a futuro.

Los resultados fueron más que satisfactorios, tanto para el grupo empresario, como para el ITEC y la Oficina de empleo municipal, con quien se coordinó la convocatoria de los asistentes de programas de empleo. En términos cuantitativos se capacitaron 208 personas, de las cuales 22 personas aprobaron la capacitación y que representan personas que no pertenecen a la empresa y que se encuentran en situación de desempleo.

En términos cualitativos, particularmente el grupo que finalizó el entrenamiento, valoró expresamente la oportunidad que la empresa les brindó de formarse, no sólo en aspectos técnicos sino en herramientas de autoconocimiento, valoración personal (fortalezas y debilidades), de comunicación y, fundamentalmente para los desempleados, de búsqueda laboral, con una fuerte impronta desde las características del sector y el grupo empresario.

Por último, esta importante aclarar que esta experiencia permite evaluar futuros proyectos que den continuidad a lo emprendido en materia de formación y capacitación, con un interesante alcance social y productivo.