En el marco del Programa Impulsa del Ministerio de Desarrollo Productivo de la Provincia de Santa Fe, y gracias al trabajo articulado entre ITEC El Molino, sus instituciones fundadoras —CICAE, Sociedad Rural de Las Colonias y Municipalidad de Esperanza— junto a CIMAE y CIME, se desarrolló con gran éxito el nuevo curso “Liderazgo Co-Inspirativo”.

La iniciativa se propuso abrir un espacio diferente de formación, centrado en una mirada humana y colaborativa del liderazgo. Lejos de los modelos tradicionales, esta propuesta invitó a repensar la manera en que trabajamos, nos comunicamos y construimos vínculos en los equipos.

Una experiencia transformadora

El curso, dictado por Nora Raimondo, integrante del staff de consultores del ITEC desde 2013, combinó seis encuentros presenciales con actividades virtuales y espacios de intercambio guiado. La metodología —dinámica, participativa y profundamente reflexiva— permitió que cada asistente viviera un proceso de aprendizaje significativo.

Los participantes destacaron especialmente:

  • La calidad del espacio de reflexión, que permitió revisar prácticas cotidianas desde nuevas perspectivas.
  • El valor del intercambio de experiencias, enriquecido por la diversidad de roles y sectores representados.
  • La aplicabilidad inmediata de las herramientas trabajadas, tanto para la gestión de equipos como para la comunicación interpersonal.

Herramientas para un liderazgo más humano

A lo largo del recorrido formativo, los asistentes desarrollaron competencias clave para la conducción de equipos en entornos actuales:

  • Comprender el impacto humano en los procesos organizacionales.
  • Fortalecer la confianza, la colaboración y el compromiso en equipos autogestionados.
  • Conducir conversaciones efectivas orientadas a acuerdos y resultados compartidos.
  • Crear espacios de diálogo que habiliten innovación, creatividad y transformación.

Un logro institucional compartido

La propuesta no solo aportó herramientas concretas de liderazgo, sino que también reafirmó el valor de la articulación entre instituciones para impulsar iniciativas formativas de calidad en la región. La alta participación y la evaluación positiva reflejan la necesidad —y el impacto— de brindar capacitaciones que integren lo técnico con lo humano.