Se llevó a cabo el módulo Inseminación Artificial con una importante participación de personas que ya se desempeñan en explotaciones lácteas. Una vaca mecánica resultó la sorpresa tecnológica.

El Instituto Tecnológico El Molino (ITEC) y la Sociedad Rural de Esperanza, llevaron a cabo de manera conjunta un nuevo módulo del Curso de Formación para Operarios de Tambos. En esta oportunidad, se abordó la temática Inseminación Artificial con una alta participación de operarios que ya se desempeñan en campos de la región.

La capacitación estuvo a cargo de los médicos veterinarios Baltazar Maciel y Cristian Arber. La jornada combinó aspectos teóricos y prácticos. Estos últimos incluyeron no solamente una visita a campo, sino la novedad tecnológica que significó contar en la propia sede del ITEC con una “Vaca de entrenamiento en inseminación” gentileza de la empresa Gensur.

La reproducción y mejoramiento genético en la Inseminación Artificial; Detección de celos; Instrumental utilizado para IA; Procedimiento de la IA con pajuelas (práctica); Manipulación de semen congelado; Técnica de IA (práctica), fueron los ejes de este entrenamiento del que formaron parte unos 30 operarios de Esperanza y localidades vecinas.

Articulación

En la oportunidad, y antes del comienzo del curso, representantes del ITEC y de la Sociedad Rural, brindaron una conferencia de prensa que permitió visibilizar el trabajo conjunto que se realiza entre ambas instituciones. Encabezaron la misma, Diego Alonso, presidente de la SR, Gustavo Zenclussen y Pedro Weidmann, director y consejero del ITEC respectivamente.

“Como miembro fundador de nuestro Instituto, la Sociedad Rural viene trabajando codo a codo con el ITEC en este programa de formación para Operarios de Tambos, que ahora desarrollará su 5to módulo” introdujo Gustavo Zenclussen, quien subrayó esta tarea de articulación de la que forma parte no solamente la SR sino además empresas vinculadas al sector.

A su turno, Diego Alonso ponderó la iniciativa en el marco de la semana de festejos del Día del Agricultor. “Este curso es muy importante porque se trata de un reentrenamiento. Siempre decimos que cada tambo debe tener el mejor personal que pueda y este es el objetivo principal de esta capacitación” expresó.

Finalmente, Pedro Weidmann, planteó un fundamento central que explica este programa de capacitación: “El tambo tiene que ser vivible para ser posible”, y revalorizó el rol de la persona que está “al pie de la vaca”, entendiendo que tiene que ser “digna y trabaje a gusto con sentido de pertenencia”. Y en tal sentido, habló de tres condiciones para una actividad tan exigente: conseguir al trabajador; formarlo para que tenga la oportunidad de progresar y retenerlo, es decir, que se reconozca a esa mano de obra calificada.